
El último tercio de la lidia comprende la preparación del toro para la muerte con la muleta, y su muerte a estoque. Es el más trascendental de la lidia y aquel en el que el Maestro da una muestra más cumplida de su habilidad y su arte.
Aunque todas las suertes del toreo son susceptibles de ser brindadas por el diestro a alguna persona, es en la Faena donde la costumbre está más arraigada, amén de ser obligatorio el brindar la muerte del primer toro de cada espada al presidente de la corrida, resto de las ceremonias de cortesía que impregnan la fiesta desde el siglo XVII. Al requerir el diestro los trastos de matar, lleva la muleta y el estoque cogidos con la mano izquierda, la montera en la derecha, y se encamina hacia la persona a la que quiere realizar el brindis. Al llegar frente a ella, descubierto y con el brazo derecho extendido formulará las palabras de dedicatoria, tras lo cual arrojará la montera al ruedo por encima del hombro. Dice la tradición que es signo de buen augurio que la montera quede boca abajo y de malo si queda boca arriba, por lo que a veces el diestro vuelve la montera si quedó de esta manera. Aunque hoy no suelen hacerse brindis en verso, antes era costumbre extendida, y los había rituales y acomodados a las circunstancias, siendo especialmente pintorescos aquellos en que el diestro se abandonaba a la inventiva personal, y ésta resultaba descuidada y ruda.
Fué Joaquín Rodríguez Costillares quién comenzó a dar importancia a la Faena, siendo ahora el momento más importante y artístico de la lidia de un toro. Antaño era costumbre que la cuadrilla participara en la faena, cosa que ahora no sucede, salvo en contadas ocasiones y con protesta del público asegurada.
Es durante la Faena, y valiédose de la muleta, cuando el Maestro alcanza el mayor acoplamiento con el toro, realizando los pases más templados y sentidos de la lidia. Los principales pases de muleta, realizados durante la Faena, son :
- El Natural : Se coge la muleta con la izquierda y sin estoque. Se busca la distancia al toro, se adelanta el engaño, y cuando el toro inicia la arrancada, se saca la pierna para romper la trayectoria rectilínea de la res. Se deja correr la mano para mandar la embestida los más lejos posible, rematando simpre por bajo.
- El Derechazo : Se utiliza la misma técnica que en el Natural, pero cogiendo la muleta con la derecha y el estoque montado.
- Pase de Pecho : Después de los Naturales y Derechazos, el toro gana terreno o se queda corto, por lo que se vacía la embestida de la res (que se viene encima) con este tipo de pase. Se da por alto y en el sentido contrario al Natural y Derechazo (dependiendo de con que mano se esté dando).
- Trinchera : Se realiza de deracha a izquierda, recortando la embestida del toro con un muletazo por bajo, con objeto de someterlo y fijarlo.
Una vez realizada la Faena artística al astado, y estando éste quebrantado y fatigado, llega el momento supremo de la muerte del toro. Siempre la realiza el Maestro (por lo que también se les denomina Matadores) y es la culminación de la lidia.
Siempre se realiza de frente al animal y el objetivo es introducirle el estoque en el hoyo de las agujas, para producirle una muerte lo más rápida posible. Hay distintas maneras de realizar esta suerte :
- Recibiendo : Es la forma más primitiva de matar los toros. Cuando la res tiene fuerzas para acudir al cite, el matador se coloca a una distancia adecuada, y alineado con el pitón derecho, con la muleta ligeramente doblada, la mano derecha, que lleva el estoque, pegada al pecho, y el codo a la altura del hombro. Es el toro el que acude hacia el torero.
- Volapie : Es la manera de matar toros parados y sin fuerza. El torero se arranca hacia el animal, llevando baja la muleta en la mano izquierda y obligando a humillar al toro, al tiempo que con la derecha hunde el estoque. Es la manera más habitual de realizar la suerte.
- Al Encuentro : Se arrancan toro y torero y se encuentran a medio camino.
- Suerte Natural : El matador sale entre las tablas y el toro.
- Suerte Contraria : El toro pasa entre las tablas y el matador.
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